Un poco de historias...

Chaturanga

Te preguntarás qué será esta cosa de nombre tan raro. Bueno, el Chaturanga es algo así como el abuelo del ajedrez.
Como la mayoría de las actividades de la cultura, el ajedrez no nació de un día para el otro y tuvo una larga evolución, desde mucho antes del nacimiento de Cristo y hasta hace unos 500 años, cuando se establecieron reglas universales y, por ahora, definitivas.
Hace, aproximadamente, 2500 años atrás existió un juego para cuatro jugadores. Cada uno de esos jugadores estaba representado en el tablero por un Rey y contaba con un ejército que constaba de cuatro formas diferentes, conformado por: una Torre, un Alfil, un Caballo y cuatro Peones. El nombre Chaturanga, en indio antiguo, define un poco esta estructura. Su significado es: Entre Cuatro o Formado de Cuatro Ejércitos.
La disposición de las piezas en el tablero difiere de las del ajedrez y, como en este, es sumamente estética y colorida.
Los jugadores que conducen las piezas verdes y la piezas negras son aliados, al igual que quienes conducen las piezas rojas y las amarillas. Por la orientación de los Peones, en principio, los verdes deberán conducir el ataque hacia el ejército rojo; estos atacarán al negro; el negro hará lo propio con el amarillo y estos últimos irán contra el verde.
A diferencia del ajedrez, en el Chaturanga no hay jaque mate. El objetivo del juego es la captura de dos de los Reyes aliados. La partida finaliza, entonces, cuando dos Reyes (verde y negro o rojo y amarillo) son eliminados del juego. En este juego, por cierto, cantar el consabido jaque es un error, porque le estaríamos indicando al uno de los jugadores que el Rey va a ser capturado en el próximo turno.